viernes, 19 de abril de 2019

En la tarde de ayer, tarde de Jueves Santo, No se vió agua caer Sino lágrimas por saber, que SAN JUAN DE DIOS Estaba frío y desolado. En la tarde de ayer, Tarde de Jueves Santo, cayeron LÁGRIMAS del cielo porque en los balcones ellas faltaban, nuestros Ángeles de la Guarda, las hermanas honoríficas de la hermandad, Nuestras monjas protectoras, las HIJAS DE CARIDAD. En la tarde de ayer, Tarde de Jueves Santo, Cayeron LÁGRIMAS de emoción, por ver por su barrio al CRISTO DE SAN JUAN DE DIOS. En la tarde de ayer, tarde de Jueves Santo, Del cielo agua no cayó, Cayeron LÁGRIMAS de alegría, porque la Corredera de Verde se teñía, Porque San Juan a su Cristo seguía, porque Nuestra Señora de las Angustias con coraje se mecía, Costaleras que acunaban a una madre que sentía, como a su hijo le arrebataban lo más preciado que tenía, LA VIDA. En la tarde de ayer, Tarde de Jueves Santo, Nos queda el consuelo de haber visto, la grandeza de un pueblo, la emoción de unos hermanos, El coraje y la compostura ante Un gris tristeza, un negro luto, de ese cielo tornado, por un señor prendido, muerto y crucificado. En la tarde ayer, Tarde de Jueves Santo, Con un cielo que tornó gris, La tarde de Jueves Santo de VERDE se volvió a teñir. DE LA VERA CRUZ, NO SE ES, SE SIENTE, Y YO, LO SIENTO 💚💚💚 (Esperanza T. Saborido Vázquez






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