A sólo unas horas para la noche más
mágica del año, todavía son muchas las compras de juguetes que quedan
pendientes de realizar, por ello, desde Consumidores AL-ANDALUS recordamos unos
consejos de última hora para evitar que las prisas o la falta de prudencia
puedan jugar una mala pasada y estropear el día en el que los niños son, más
que nunca, los reyes de la casa.
Si ya tienes los
juguetes…
Antes
de utilizarlos:
- Comprueba su estado. No dudes en devolverlo al
lugar donde se compró si tienes alguna duda o no te fías de sus
condiciones.
- Lee las instrucciones de empleo. Así como
condiciones de uso y/o conservación, tales como “Utilícese bajo la
vigilancia de adultos” o “No recomendado para menores de 3 años”.
- Conserva
las informaciones sobre el fabricante que figuran en el embalaje.
Son de gran utilidad en caso de reclamación.
- Es conveniente demostrar a los niños el
funcionamiento del juguete, advirtiéndoles de sus posibles riesgos y
explicándoles las manipulaciones que deben evitar.
Después
de su utilización:
- Comprueba de nuevo el estado del juguete. Si
observas algún riesgo o defecto una vez utilizado, evita que el niño tenga
acceso a él.
- Si observas la existencia de algún juguete que
presente un riesgo por defecto de fabricación o tras su utilización, no
dude en comunicarlo a las administraciones competentes, bien personalmente
o a través de organizaciones de consumidores y usuarios como AL-ANDALUS.
Si
has dejado las compras para el último momento,
recuerda…
Debemos de ser responsables a la
hora de elegir qué juguetes vamos a regalar. Es importante tener en cuenta lo
que conviene de acuerdo con la edad, según la finalidad y las actitudes que se
desarrollan en cada etapa de la vida.
El juguete es una manera divertida
de que el niño aprenda el mundo que le rodea, y por ello es aconsejable que los
juguetes estimulen la imaginación y la creatividad, la acción y el movimiento,
y formen al niño, evitando la compra de artículos sexistas, o que promuevan la
violencia.
La sobredosis de juguetes puede
generar en los niños actitudes de derroche y destructividad.
El elevado precio de un juguete no
es, en sí mismo, una garantía de seguridad, aunque en determinados casos,
elegir un juguete más barato puede suponer renunciar a determinadas garantías.
Por tanto, se debe valorar la relación calidad precio y comparar en distintos
establecimientos para beneficiarse de las ofertas que éstos puedan poner a
disposición de las personas consumidoras y usuarias.
La seguridad no es cosa de juegos. Compra
sólo juguetes homologados y de calidad contrastada. Un juguete es seguro cuando
cumple los requisitos mínimos de seguridad que la normativa al respecto
establece. Según la normativa europea, entre las indicaciones que los
juguetes deben llevar, tienen que constar unos datos mínimos obligatorios, como
son:
- La marca CE, que garantiza que
el juguete ha sido probado y cumple las normas de seguridad.
- El nombre y la marca del
producto.
- La razón social y la dirección
del fabricante o responsable de su comercialización.
- Las instrucciones y
advertencias de uso, como mínimo en castellano.
- En el caso de los juguetes de
funcionamiento eléctrico, en la etiqueta se debe especificar su potencia
máxima, la tensión de alimentación que necesitan y su consumo energético.
- Todos estos datos deben estar
visibles en el embalaje o en el propio juguete.
¿Dónde
Reclamar?
En caso de que el juguete que hemos
adquirido se encuentre defectuoso, lo primero que tendremos que hacer
es reclamar directamente ante el establecimiento para que nos lo
sustituya por otro artículo de iguales características o nos devuelva el
importe que hemos pagado por dicho producto.
Acción
enmarcada dentro de la Actividad informativa ¡ACTÚA! La INFORMACIÓN tu mayor
DEFENSA, desarrollada en colaboración con la Dirección General de Consumo de
la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía.
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Ahora bien, en caso de que
detectemos que el juguete puede además suponer un riesgo para la salud, pues
también sería conveniente que pusiéramos este hecho en conocimiento de las
autoridades competentes y/o de las Organizaciones de Consumidores, como AL-ANDALUS,
para que se pongan en marcha los controles necesarios y se retire dicho
producto del mercado.
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