"Lo que separa de
veras a las personas alegres u optimistas de las que están sumidas en la
desdicha es la forma de interpretar y procesar las circunstancias de la
vida".
¡SUBETE A LA SILLA!
¿Hoy pensaba en la superación, qué es realmente?
Hago memoria de algunos momentos de mi vida, en los cuales me sentí diferente o
especial: cuando no podía alcanzar algo, como el vestido del armario, encender
la luz, abrir la ducha, tocar el timbre de la casa, marcar un teléfono público,
etc... Todos podían hacerlo, excepto algunos niños pequeños, y yo una mujer en
cuerpo de niña.
En mi mente siempre ha existido un pensamiento
positivo y dentro de mí, predomina un fuerte espíritu luchador, con un corazón
soñador... que no cree en la limitación. Ante estas pequeñas dificultades,
encontré una solución: LA SILLA... era fácil tomar una, hacer una maroma y
alcanzar aquello que quería o necesitaba...
¿Y los demás? Me aplaudían, como si hubiese
hecho una gran hazaña... ¿por qué? Si no había en ello ninguna dificultad ni
mucho menos limitación... Estamos en un mundo construido por gente grande... es
solo eso... pero Dios, a todo nos da la solución, solo que muchas veces somos
ciegos y no lo vemos... Subirse a la silla, implica otro gran paso:
Pensarlo
Decidirse
Atreverse
Hacerlo
Continuar...
Pensarlo: hay que ser creativo, no decir
simplemente: no puedo y esperar a que otros nos realicen aquello... debemos ser
recursivos, ver en ello una posibilidad de alcanzar lo que queremos.
Decidirse: Vemos la silla, sabemos lo que puede
servirnos, pero no nos decidimos, porque hay quienes nos dan otras opciones,
esperar, pedir el favor, renunciar... ¡Es necesario Tomar la decisión!.
Atreverse: Porque el qué dirán se convierte en
una piedra en el zapato, ¡qué pena que me vean!... ¿que dirán de mí?, ¿se
reirán, se compadecerán?... ¿qué pensarán? Ahí los demás pueden ser obstáculos
para ese gran paso que me ayudará a hacer realidad lo que espero.
Hacerlo: de una vez, sin dar vuelta... tomar la
silla, subirse a ella y luchar por lo que se quiere. Continuar: porque podemos
caernos, pero no detenernos... al subirnos en la silla pueden surgir muchas
cosas, que pueden estancarnos, pero la vida sigue, y una meta alcanzada no es
el final, es el inicio de otra y otra meta más...
Y surge una pregunta: ¿Cómo superar aquellas
cosas que no se alcanzan subiéndose a una silla? Haciendo referencia a la
sociedad, las miradas, las risas, los comentarios, la falta de fe de algunos,
el que nos midan por nuestro tamaño y mucho más. Pensándolo bien son cosas que
no solo los pequeños y especiales tenemos que enfrentar, es algo con lo que
vive toda la humanidad.
Esas cosas de la vida diaria, se logran superar,
con el amor de la familia, el sembrar sentimientos de fe, esperanza y paz... el
creer que al lado de Dios, todo se puede lograr...
Y ¿Qué es la Superación... ¿Acaso hacer una
hazaña que el mundo cree que no puedo hacer? Superarse es lograr llegar mucho
más allá... es aprender a no dejarse vencer de los obstáculos, es hacer
realidad los sueños, es sentir que se alcanza lo que se ha propuesto, no para
que ser aplaudido, sino para sentirse realizado...
Superarse es saber caer y levantarme, es
madurar, actuar por mí mismo... confiar en Aquel que nos Creó y que me hizo
Pequeña para cosas Grandes. Todos los seres humanos tenemos limitaciones, en
ello está nuestra humanidad. Todos tenemos cosas que no podemos hacer... pero
hay algo, nada es imposible para el que tiene fe.
Es el momento para que tal vez quienes nunca se
han creído pequeño y habrán sentido que son del mundo los dueños, tan solo
porque tal vez nunca han necesitado subirse a una silla para alcanzar algo
material... piensen en aquellas cosas que en el interior sienten que no han
podido lograr, porque han tenido miedo, han pensado en el que dirán o no han
creído en los sueños...
Súbanse a la silla de la superación, aquella que
mantiene su equilibrio en la fe, para que no se voltee, para aprender a
levantarse si tal vez han de caer. Superarse es ser capaz de subirse a la
silla... y alcanzar los sueños...continuar la vida, luchando por llegar más
lejos. Y cuando esté allá arriba y toque con mis manos el firmamento, sentiré
que desde abajo, se ve más la grandeza del cielo...
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