Lo que ves con tus ojos y oyes con tus oídos
es la realidad; depende de ti como la utilizas. La realidad puede ser dura o
blanda, fría o cálida, suave o áspera, tranquila o caótica; la realidad es tal
como es.
Podemos maquillarla o inventarnos sueños; podemos aún construir castillos en el
aire y vivir en ellos, pero esto no va a cambiar la realidad. Ella es lo que
es.
Entonces, hay que trabajar en lo más profundo de la conciencia para cambiar mi
manera de percibir esta realidad.
En la medida que acepto las cosas como son, sin fantasías aunque manteniendo
una visión futura mejor, soy capaz de encontrar salidas verdaderas y actuar de
forma que la realidad se adecue a la necesidad.
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