miércoles, 29 de octubre de 2014

BUENOS DÍAS DESDE ARCOS DE LA FRONTERA

Un Obispo, de la costa oriental de los Estados Unidos, hace muchos años visitó a una pequeña universidad religiosa del medio oeste.
Se alojó en casa del presidente de la universidad, que también fungía como catedrático de física y química. Después de la cena, el obispo dijo que el milenio no podía estar lejos porque todo sobre la naturaleza había sido descubierto y todos los inventos habían sido concebidos.
El joven presidente de la universidad le manifestó cortésmente su desacuerdo y le dijo que él creía que habría más descubrimientos. Cuando el obispo, enojado, retó al presidente para que nombrara siquiera uno de tales inventos, el presidente replicó que estaba seguro de que dentro de cincuenta años los hombres podrían volar.
"¡Absurdo!" barboteó el furioso obispo. "Sólo los ángeles fueron creados para volar".
El nombre del obispo era Wright, y tenía dos hijos que demostrarían tener una visión más amplia que la de su padre. Sus nombres eran Orville y Wilbur. (Inventaron y pusieron en vuelo el primer avión práctico.)
El padre y sus hijos vivían bajo el mismo cielo, pero no tenían el mismo horizonte. (William Barker)
Muchas veces Dios ha puesto en nuestro Corazón una visión que quizá no concuerde con la de quienes nos rodean, sin embargo no olvidemos que es Él quien la ha puesto allí.


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