Si tienes el poder de
preocuparte, también tienes el poder de ser optimista, porque desde un cierto
punto de vista importante, el preocuparse y ser optimista realmente tienen la
misma fuerza. El preocuparse es la expectativa de algo negativo que esperas que
suceda, ser optimista es tener la expectativa de que algo positivo que pasará.
Pregúntate a ti mismo/a: cual de los 2 conceptos prefieres que dominen tus
pensamientos? lo cierto es que tanto el preocuparse como ser optimista siempre
suelen ser efectivos tocante al impacto que tienen en ti. Si dices por ejemplo:
hoy será un día lleno de alegrías, todo saldrá bien en mi trabajo. Posiblemente
esto no te resuelva todo pero con seguridad te ayudará a ver la vida de otra
forma, desde un punto de vista positivo que te ayudará no solamente a ti sino
también a las personas que te rodean, a tus seres queridos, a esas personas que
amas tanto y que desean verte feliz, tanto como tu a ellos.
Crea tus expectativas
llenas de optimismo
No destruyas lo mejor de ti con preocupaciones, al contrario ayúdate a ser
mejor persona desde un punto más optimista y más fuerte. De las experiencias
sean negativas o positivas ganas mucha fortaleza, de las preocupaciones
solamente logras empeorar las cosas. Si puedes controlar tu forma de
preocuparte entonces porque no dejar que la fe entre a tu corazón? para dejar
de preocuparte. Claro no intentes dejar de preocuparte de un segundo a otro,
poco a poco deja que vayan desapareciendo esas preocupaciones mediante
pensamientos positivos que dejes que llenen tu mente y corazón
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