Quiero ser como soy,
sin compararme con nadie; quiero ser igual a mí,? para amarme como a nadie.
Sé que la vida es un tiempo, sin tiempo en el universo; y que mi
paso por ella ?es valioso para mí.
Es posible que al
morir, mi espíritu se desprenda y viaje en el universo para vivir otra vida.
Pero también es
posible que cuando muera mi cuerpo, mi pensamiento se extinga ?para convertirse
en nada.
Mirando está reflexión
es que amo más mi vida, porque puedo valorarla en su máxima expresión.
Y aunque dejará de ser
lo que el hombre sueña ser: Un pensamiento divino, jamás me arrepentiré de
haber vivido un instante.
Y mientras pueda pensar, admiraré este
prodigio. Daré las gracias a diario por vivir un solo instante; aunque después
de mi muerte sea nada entre la nada.
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