miércoles, 5 de marzo de 2014

Mensaje de Cuaresma



Convierte y Cree en el Evangelio (Mc 1; 1,15). Con estas palabras del sacerdote comenzamos el tiempo de Cuaresma que resume lo que debe ser este tiempo para todos los cristianos. Por un lado, renunciar a todos nuestros pequeños ídolos y dioses que ocupan los afanes y esfuerzos de nuestra vida cotidiana; en nuestra mente, en nuestro corazón, en nuestra relación con el otro y colocar a Dios en el centro de nuestras vidas. Pues como dice la escritura "sólo tu Señor tienes palabras de vida eterna" (Jn 6,68). Por otra parte, para colocar a Dios en el centro de nuestra vida tenemos que creer en la eficacia de su palabra, en los Sacramentos, en ser hijos de la Iglesia porque sin conversión no hay creencia; y si no nos creemos el mensaje de Dios difícilmente podremos convertir nuestro corazón en un corazón de carne abierto al amor, a la humildad y a la solidaridad con el prójimo. Comienzan cuarentas días de peregrinación por el desierto en busca, como lo hiciera el pueblo de Israel de la tierra prometida, despojándonos de todas las idolatrías, armándonos con la oración para llegar a la noche cumbre de la Vigilia Pascual, que nos abre las puertas del cielo. Iniciamos por tanto un tiempo para la reconciliación, para la apertura total a Dios, al hermano, donde el débil y el afligido ocupe el primer puesto en nuestro corazón, y no se alcanzará, si como creyentes al dirigirnos a Dios no ponemos nuestra mirada en María.


Mª Nieves Sánchez Tenorio

Presidenta Consejo Local Hermandades y Cofradías
Arcos de la Frontera


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