Las resacas que dejaron
las tormentas de este año... ¡Olvídalas!
Los pasos tambaleantes,
los pasos retrasados, los pasos hacia atrás... ¡Olvídalos!
Las veces que pasaste
ignorado, inadvertido, lastimado... ¡Olvídalas!
Los sueños consumidos,
las ilusiones hechas cenizas, los intentos hechos polvo, y el amor hecho
recuerdo... ¡Olvídalos!
Las veces que latió tu
corazón y nadie se dio cuenta, que quisiste hacer y no te dejaron, que abriste
los ojos y te cerraron los párpados... ¡Olvídalas!
Las estrellas apagadas,
los días opacos, el tiempo en blanco, la luna dividida, y las horas de
cerrazón... ¡Olvídalas!
El manto de
insignificancia, de masa, de anonimato... de rutina... ¡Olvídalo!
Las espinas largas y
hondas, los secretos angustiosos y tristes, las piedras altas e insalvables...
¡Olvídalas!
Las semillas que se te
quedaron dormidas, los vuelos que se te quedaron a ras de tierra, las rosas que
se secaron antes de tiempo... ¡Olvídalas!
La cáscara de la
semilla, el lucimiento de la vanidad, la máscara del hombre, y el ropaje de la
verdad... ¡Olvídalo!
No vivas hacia atrás.
No comiences recargado
de sombras.
No des la espalda a la
luz.
No te reflejes en lo que
pasaste.
No te aferres al mismo
punto de partida.
Párate en la proa de tu
barco, levanta de nuevo las velas, mira hacia lo largo y lo ancho del mar...
cuando te convenzas de su inmensidad, encontrarás otro camino... y cuando mires
al cielo, parecerás gaviota que, apartándose de todo, encuentra el camino.
Con el pasado aprendes,
con el presente renaces, y con el futuro sueñas.
Vivir empezando, es la
forma de llegar.
Lo demás... ¡Olvídalo!
AUTOR: Bacilio
Emmanuel de Mensajespositivos.net
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