Hasta el día de hoy, has
vivido buscando y encontrando una causa del por qué no te salen bien las cosas.
Tener siempre 'una buena razón' para justificarte es fácil, pero nunca te
conducirá al logro de tus objetivos.
Aceptar y ejercer tu
responsabilidad personal implica deshacerte del salvavidas que medio te
mantiene a flote y probarte que eres capaz de hacerlo por ti mismo y más aún,
que eres capaz de avanzar en la dirección que tú deseabas.
¡TÚ DECIDES!
Si sigues responsabilizando
a los demás de tus desventuras y permites que un 'así soy yo, ¿qué quieres que
haga?' te detenga, y si continúas actuando conforme a lo que te indican los
demás y aceptas que otras personas sean las que te digan qué está bien y qué
está mal.
¡Por favor, no te quejes
cuando no consigas lo que quieres! Las personas, aun las que te aman, no saben
a dónde vas.
¡Esa decisión ES SÓLO TUYA!
Ejercerla, es aceptar que tu
vida tiene una razón de ser y que es tu responsabilidad encontrarla, como tuya
será también la satisfacción de haberla alcanzado.
Autor:
desconocido
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