En
la compra de juguetes no olvides que la seguridad no es cosa de juegos
En estos días muchas personas
recorren jugueterías y centros comerciales en busca de juguetes y regalos para
estas navidades. Elegir el regalo más adecuado supone un ejercicio de
responsabilidad del que puede depender el éxito del juguete y la seguridad del
niño, elementos que no tienen porqué estar asociados a un mayor desembolso
económico. Por ello, Consumidores AL-ANDALUS, conscientes de la
energía, tiempo y dinero que se emplea en la compra de juguetes, ofrece una
serie de recomendaciones para facilitar esta labor a los mayores, teniendo
siempre presente que la seguridad no es cosa de juegos.
¿Qué es un juguete seguro? ¿Qué
cuestiones debemos tener en cuenta antes de comprar? ¿Qué juguete es más
apropiado para cada edad?... Se trata de preguntas básicas que suelen hacerse
los consumidores cuando se enfrentan a la compra de juguetes para los más
pequeños. Consumidores AL-ANDALUS da respuesta a todas ellas:
¿Qué se entiende por juguete seguro?
Un juguete es seguro cuando cumple
los requisitos mínimos de seguridad que la normativa al respecto
establece. Según la normativa europea, entre las indicaciones que los juguetes
deben llevar, tienen que constar unos datos mínimos obligatorios, como
son:
- La marca CE, que garantiza que
el juguete ha sido probado y cumple las normas de seguridad.
- El nombre y la marca del
producto.
- La razón social y la dirección
del fabricante o responsable de su comercialización.
- Las instrucciones y
advertencias de uso, como mínimo en castellano.
- En el caso de los juguetes de
funcionamiento eléctrico, en la etiqueta se debe especificar su potencia
máxima, la tensión de alimentación que necesitan y su consumo energético.
- Todos estos datos deben estar
visibles en el embalaje o en el propio juguete.
Por
tanto, a la hora de comprar un juguete ¿en qué debemos fijarnos?
Pues tal y como se ha advertido
debemos comprobar que el juguete lleva la marca CE, que las instrucciones están
en castellano y que está identificado perfectamente el nombre de fabricante o
del responsable de su comercialización.
También es recomendable tener
en cuenta las siguientes cuestiones:
· Atender a los intereses
de los menores y asegurarse de que el juguete
es adecuado a su edad (comprobar recomendaciones del fabricante en el
envase).
· No dejarse llevar por
diferencias de precios excesivas, ya que en ocasiones la diferencia puede estar
en la calidad de los materiales, malos acabados, funcionamiento deficiente…, es
decir en cuestiones que pueden poner en riesgo la seguridad del niño.
· Leer siempre las
instrucciones y comprobar el juguete antes de ponerlos en manos del niño.
· Guardar siempre las
instrucciones y conservar el tique de compra por si tuviéramos que
reclamar.
Por último, existen algunas
advertencias que a menudo acompañan a determinados juguetes y que deben ser
tenidas en cuenta:
- En el caso de juguetes muy
pequeños, debe advertirse que no son adecuados para menores de 3 años (o
de 36 meses).
- Cometas y juguetes voladores:
debe advertirse que no se puede jugar cerca de las líneas eléctricas.
- Juguetes que reproducen equipos
de protección, como cascos, gafas y máscaras: debe advertirse que no
proporcionan ninguna protección en caso de accidente.
- Juguetes náuticos: debe
advertirse que solamente hay que utilizarlos en el agua cuando el niño
pueda estar de pie y siempre que esté bajo vigilancia adulta. En el caso
de los artículos hinchables que no sean flotadores, debe indicarse que no
se pueden utilizar como flotadores.
- Patines y patinetes: debe
advertirse que hay que llevar equipo protector.
- Juegos de experimentos
químicos: deben advertir que contienen sustancias peligrosas.
¿Dónde
Reclamar?
En caso de que el juguete que hemos
adquirido se encuentre defectuoso, lo primero que tendremos que hacer
es reclamar directamente ante el establecimiento para que nos lo
sustituya por otro artículo de iguales características o nos devuelva el
importe que hemos pagado por dicho producto.
Ahora bien, en caso de que
detectemos que el juguete puede además suponer un riesgo para la salud, pues
también sería conveniente que pusiéramos este hecho en conocimiento de las
autoridades competentes y también de las Organizaciones de Consumidores, como
Consumidores AL-ANDALUS, para que se pongan en marcha los controles necesarios
y se retire dicho producto del mercado.
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