martes, 24 de septiembre de 2013

UNA PARÁBOLA ...

Una vez un Sacerdote estaba dando un recorrido por la Iglesia al mediodía.  Al pasar por el Altar decidió quedarse cerca para ver quién había venido a  orar. En ese momento se abrió la puerta, el Sacerdote frunció el entrecejo  al ver a un hombre acercándose por el pasillo; el hombre estaba sin  afeitarse desde hacía varios días, vestía una camisa rasgada, tenía el  abrigo gastado cuyos bordes se habían comenzado a deshilachar. El hombre  se  arrodilló, inclinó la cabeza, luego se levantó y se fue.
 Durante los siguientes días el mismo hombre, siempre al mediodía, estaba  en  la Iglesia cargando una maleta... se arrodillaba brevemente y luego volvía  a  salir. El Sacerdote, un poco temeroso, empezó a sospechar que se tratase  de  un ladrón, por lo que un día se puso en la puerta de la Iglesia y cuando  el  hombre se disponía a salir le preguntó: "¿Qué haces aquí?". El hombre dijo que trabajaba cerca y tenía media hora libre para el  almuerzo  y aprovechaba ese momento para orar: "Solo me quedo unos instantes, sabe,  porque la fábrica queda un poco lejos, así que solo me arrodillo y digo:  "Señor solo vine nuevamente para contarte cuan feliz me haces cuando me  liberas de mis pecados... no sé muy bien orar, pero pienso en Ti todos los  días... así que Jesús, este es Jim reportándose".
 El Sacerdote, sintiéndose un tonto, le dijo a Jim que estaba bien y que  era  bienvenido a la Iglesia cuando quisiera. El Sacerdote se arrodilló ante el  altar, sintió derretirse su corazón con el gran calor del amor y encontró  a  Jesús. Mientras lágrimas corrían por sus mejillas, en su corazón repetía  la  plegaria de Jim:"SOLO VINE PARA DECIRTE, SEÑOR, CUAN FELIZ FUI DESDE QUE
 TE  ENCONTRE A TRAVES DE MIS SEMEJANTES Y ME LIBERASTE DE MIS PECADOS... NO SE  MUY BIEN COMO ORAR, PERO PIENSO EN TI TODOS LOS DIAS... ASI QUE JESUS, SOY  YO REPORTÁNDOME".

 Cierto día el Sacerdote notó que el viejo Jim no había venido. Los días  siguieron pasando sin que Jim volviese para orar. continuaba ausente, por  lo  que el Sacerdote comenzó a preocuparse, hasta que un día fue a la fábrica  a  preguntar por él; allí le dijeron que él estaba enfermo, que pese a que  los  médicos estaban muy preocupados por su estado, todavía creían que tenía un  chance de sobrevivir.  La semana que Jim estuvo en el hospital trajo muchos cambios, él sonreía  todo el tiempo y su alegría era contagiosa. La enfermera Jefe no podía  entender por qué Jim estaba tan feliz, ya que nunca había recibido ni  flores, ni tarjetas, ni visitas. El Sacerdote se acercó al lecho de Jim  con  la enfermera y ésta le dijo, mientras Jim escuchaba: "Ningún amigo ha  venido  a visitarlo, él no tiene a donde recurrir".  Sorprendido, el viejo Jim dijo con una sonrisa: La enfermera está  equivocada... pero ella no puede saber que TODOS LOS DIAS, desde que  llegué  aquí, a MEDIODIA, un querido amigo mío viene, se sienta aquí en la cama,
 me  agarra de las manos, se inclina sobre mi y me dice: "SOLO VINE PARA  DECIRTE,  JIM, CUAN FELIZ FUI DESDE QUE ENCONTRE TU AMISTAD Y TE LIBERE DE TUS  PECADOS. SIEMPRE ME GUSTO OIR TUS PLEGARIAS, PIENSO EN TI CADA DIA... ASI  QUE JIM, ESTE ES JESUS REPORTÁNDOSE".

 P.D. Ahora, cada día, no podemos perder la oportunidad de decirle a Jesús:  Aquí Estoy REPORTÁNDOME....  Es curioso como podemos enviar cuentos y "bromas" a través del correo  electrónico... las cuales se esparcen como un fuego voraz, pero cuando
 envías mensajes de Dios, lo pensamos dos veces antes de compartirlos con  otros. Es curioso como la lujuria, cruda, vulgar y obscena pasa libremente  a  través del ciberespacio, pero la discusión publica de Jesús es suprimida  en  las escuelas y en el lugar de trabajo.

 ¿ES CURIOSO, VERDAD?  Más curioso es todavía como alguien puede estar tan encendido por Cristo  el  Domingo, pero ser un cristiano invisible el resto de la semana. Es curioso  que cuando termines de leer este mensaje, no lo vas a enviar a muchos de
 los  que están en tu lista de direcciones, porque no estas seguro de lo que  ellos  piensan al respecto, de lo que ellos vayan a pensar de TI.  No te detengas, envíaselos.  Es curioso como me preocupo más por lo que la gente piense de mí que por  lo  que Dios pueda pensar de mí.

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