SI TIENE UNA MADRE TODAVÍA
Si tienes una madre todavía, da gracias al Señor que te ama tanto, que no
todo mortal contar podría dicha tan grande ni placer tan santo.
Si tienes una madre...sé tan bueno que ha de cuidar tu amor su paz sabrosa,
pues la que un día llevó en su seno siguió sufriendo y se creyó dichosa.
Veló de noche y trabajó de día; leves las horas en su afán pasaban, un
cantar de sus labios te dormía, y al despertar, sus labios te besaban.
Enfermo y triste, te salvó su anhelo; que sólo el llanto por su bien
querido milagros supo arrebatar al Cielo cuando ya el Mundo te creyó perdido.
Ella puso en tu boca la dulzura de la oración primera balbucida y plegando
tus manos con ternura te enseñaba la ciencia de la vida.
Si acaso sigues por la senda aquella que va segura a tu feliz destino,
herencia santa de la madre es ella: ¡tu madre sola te enseñó el camino!.
Más si al Cielo se fue, y en tus amores ya no la harás feliz sobre la
Tierra, deposita el recuerdo de tus flores sobre la fría losa que la encierra.
¡Es tan santa la tumba de una madre, que no hay para el corazón un lugar
más santo cuando la espina cruel tu alma taladre, ve allí a derramar tu triste
llanto!
Autor Desconocido
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