Cuando haga una promesa, no la rompa.
Prometemos y prometemos, para después no hacer lo que habíamos dicho. ¿Por qué? Porque no nos damos cuenta del valor real de la promesa. Al prometer, dedicamos una grande energía, concentramos nuestra mente y enfocamos nuestra vida para cumplir con eso. Es fundamental que seamos leales a nosotros mismos y cumplamos con esto, de lo contrario, todo habría sido en vano. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario