domingo, 10 de febrero de 2013

PENSAMIENTO POSITIVO


Había un niño que siempre quería ser el conquistador del mundo. Le encantaban las películas sobre el tema y devoraba todas las historias relacionadas.
Una noche soñó que había logrado su fin: ¡ERA EL DUEÑO DEL MUNDO!
Sin embargo, nadie en su casa, su propia familia, lo obedecía. Hacían lo que querían y no tardó en que un sobrino suyo lo desafiara, derrotándolo.
Huyó hasta los montes más distantes, con un grupo de soldados fieles. Sin embargo, uno de ellos no era fiel y se encargó de difamarlo antes los demás miembros del batallón, a tal punto que tuvo que esconderse para salvar su propia vida.
Oculto dentro de una cueva, creyó que por fin estaba a salvo, pero entonces se dio cuenta que ni siquiera su mente estaba bajo su dominio. Pensamientos negativos y deprimentes lo iban derrotando uno a uno. Fue entonces que encontró, en medio de la oscuridad, una placa brillante que decía simplemente: CONQUÍSTÁTE.
Despertó asustado. Miró su habitación para cerciorarse que definitivamente estaba en su casa, no en una cueva en algún lado. Cuando ya no había dudas sobre esto sonrió aliviado.
Se convertiría en una persona muy importante, un hombre preocupado por los demás, siempre atento a sus necesidades. No se volvió el conquistador del mundo, ni siquiera de los demás, pero en su corazón, guardó para siempre un secreto: había logrado conquistarse a sí mismo, la conquista más importante de todas.

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