Usted es como una fortaleza de amor para
sí y para los demás. Abre sus puertas y deje que otros experimenten la grandeza
que su corazón alberga. Déles un abrazo sutil, con ideas y pensamientos, y
acepte a todo el mundo, no importa quienes sean. Cuando esto se dé, su
fortaleza jamás será derrotada por las guerras de la vida.
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