viernes, 18 de enero de 2013

EL CLUB ATLETISMO CIUDAD DE ARCOS EN ESPERA





Un nutrido grupo de atletas  pertenecientes al Club Atletismo Ciudad de Arcos se desplazó el día 6 de Enero (día de Reyes)a la vecina localidad de Espera para disputar la 33ª edición  de la clásica‘Marathón del Pavo’,  una atípica y exigente prueba de 16.500 m que como es tradición coincide anualmente con el fin de las fiestas navideñas y que bien sirve para acometer los buenos propósitos del año entrante,  además de aprovechar para aplacar  algunos  excesos  con el turrón, los buñuelos  y los pestiños. 
Se levantó una soleada mañana casi primaveral,  ideal para disfrutar de una preciosa jornada de atletismo popular.  La organización (con gran acierto) fijó la hora de inicio de la carrera de adultos  a las 12 del mediodía,  así que  todos los participantes tuvieron tiempo para  desenvolver sus respectivos  albornoces, perfumes y maquinillas de afeitar, endosarse un buen desayuno en el cuerpo y poner rumbo a este bonito pueblo famoso por su aceite de oliva y sus espectaculares molletes artesanos.
Como en todas las ediciones de esta antigua carrera, nada más llegar pudimos disfrutar del hermoso y cálido ambiente que aportaban  decenas de elegantes lugareños que aguardaban expectantes el inicio de las diversas competiciones que se celebraban durante la mañana en la plaza céntrica del pueblo (junto al Bar de Frasquito, vamos).
Tras la celebración de las respectivas carreras infantiles dominadas casi íntegramente por la cantera  del Club Atletismo Corretrochas de El Gastor (es admirable como inculcan el atletismo a los más jóvenes  en este pequeñito pueblo de la Sierra de Cádiz), daría comienzo la prueba de adultos. Casi una centena de atletas (en su mayoría provenientes de la Sierra de Cádiz así como del sur de la provincia de Sevilla) se dieron cita junto al concurrido arco de salida, cuando  justo a las 12:00 h el alcalde dio el pistoletazo de salida que desencadenó que una estampida de ansiosos corredores se lanzara vertiginosamente por las sinuosas calles del pueblo impulsados por la típica emoción de los primeros metros de carrera.
Hay que decir que el recorrido tenía su miga, después de  la fulgurante salida, había que callejear un par de kilómetros por el casco urbano  hasta alcanzar la salida de la ciudad  donde comenzaba el tramo interurbano del trayecto. Éste era la parte más larga y dificultosa de la carrera,  ya que había que acometer  distintas carreteras comarcales plagadas de tendidas pero interminables subidas y bajadas además de atravesar un pedregoso carril de perfil ondulado donde se hacía tremendamente difícil  adquirir ritmo; ello,  unido a las singulares características de la prueba, originó que el grueso de participantes hiciese la mayor parte del recorrido casi en solitario,   eso sí, afortunadamente,  toda la travesía estuvo amenizada por los numerosos puntos de avituallamiento donde las simpáticas voluntarias de la organización animaban y ofrecían agua fresca  y gajitos de dulces naranjas autóctonas a todos los corredores.
Tras el último aprovisionamiento,  había que abordar la subida finalantes de entrar de nuevo en el pueblo (no era otra que la gigantesca cuesta de la chatarrería que te encuentras cuando vienes de Sevilla y entras en Espera), que por lo que pude comprobar tras compartir impresiones, casi todos los corredores la tenían presente desde la salida  y fueron dosificando fuerzas durante el camino para intentar  no ‘pinchar’ en esa última rampa. Una vez coronado el ‘temido’ ascenso, numerosos vecinos recibían a la entrada del pueblo a los exhaustos atletas
(que llegaban a cuentagotas)  entre gritos, palmas y algarabía,  dándoles el último empujón para llevarlos en volandas hasta la animada y abarrotada línea de meta. 
A destacar la actuación de la atleta arcense Manoli Núñez Calderón que consiguió subirse al pódium como subcampeona absoluta en la categoría de féminas y al resto de corredores arcenses y del Club Atletismo Ciudad de Arcos que en líneas generales rayaron todos  a muy buen nivel.
Tras la entrega de los típicos pavos (a los primeros clasificados) y los distintos trofeos, la organización invitó  a todos los participantes, familiares y vecinos de la localidad a una magnífica convivencia donde pudimos disfrutar de primera mano de las espectaculares dotes culinarias de las mujeres espereñas que agasajaron al personal con refrescantes picadillos, una exquisita comida de garbanzos , un guiso de choricitos al vino que quitaba el sentido, además de no escatimar en cervecitas fresquitas y coca-colas por doquier. Si señores, todo un lujo.
Por todo ello no me queda otra que dar mi enhorabuena al Ayuntamiento de Espera por la extraordinaria organización y por ofrecernos cada año la posibilidad de  poder vivir una jornada tan bonita de atletismo popular.

P.D.:  No sé a vosotros,  el choricito estaba riquísimo, pero me estuvo dando guerra toda la tarde del domingo… J

PACO VÁZQUEZ


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