Nadie
es dueño de su felicidad, por eso no entregues tu alegría, tu paz, tu vida en
las manos de nadie, absolutamente nadie
Somos
libres, no pertenecemos a nadie y no podemos querer ser dueños de los deseos,
de la voluntad o de los sueños de quien quiera que sea.
La
razón de tu vida eres tu mismo. Tu paz interior es tu meta en la vida.
Cuando
sientas un vacío en el alma, cuando acredites que aún te está faltando algo,
aún teniéndolo todo, guarda tus pensamientos para tus deseos más íntimos y
busca la divinidad que existe en ti.
¡Deja
de situar tu felicidad cada día más distante de ti.!
No
coloques el objetivo demasiado lejos de tus manos, abraza a los que están a tu
alcance hoy.
Si
andas preocupado por problemas financieros, amorosos o de relaciones familiares,
busca en tu interior la respuesta para calmarte, tu eres el reflejo de lo que
piensas diariamente.
¡Deja
de pensar mal de ti mismo y se tu mejor amigo siempre.!
Sonreír
significa: aprobar, aceptar, facilitar. Entonces habrá una sonrisa para aprobar
el mundo que quiere ofrecerte lo mejor.
Con
una sonrisa en el rostro las personas tendrán la mejor impresión de ti, Y tu
estarás afirmando para ti mismo, que estás “próximo” para ser feliz….
Trabaja,
trabaja mucho a tu favor. Deja de esperar la felicidad sin esfuerzos. Deja de
exigir de las personas aquello que ni para ti has conquistado aún.
Criticar
menos, trabajar más.
Y,
no te olvides nunca de agradecer. Agradece todo lo que está en tu vida en cada
momento, inclusive el dolor.
Nuestra
comprensión del Universo, es aún muy pequeña para juzgar lo que quiera que sea
en nuestras vidas. La grandeza no consiste en recibir honores, más en
merecerlos.
Textos
del filósofo griego Aristóteles escrito en el año 360 A. C.
Autor Desconocido
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