Hay momentos en la vida que no tienen respuesta ni explicación; sucesos,
acontecimientos, experiencias vividas, tantas cosas que no sabemos por qué
suceden o por qué las debemos vivir.
Muchas veces nos quedamos
estancados buscando las respuestas y no avanzamos, porque nos da miedo
continuar en medio de la incertidumbre que nos produce el no entender y no
aceptar esas cosas que nos han de pasar.
Amores que llegan y se
van sin avisar, heridas, vacíos, enfermedades, caídas, pérdidas, caminos que se
abren, ?puertas que se cierran, circunstancias que afrontar, ?decisiones que
tomar.
Todo ello invade nuestra mente,
llenándola de preguntas inciertas que no encuentran respuestas, nos llenan de
angustia, atentan contra nuestra fe, se convierten en la piedra en el zapato
que no nos deja seguir.
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