lunes, 27 de agosto de 2012

¿Celos?


¿Celos?

Los seres humanos en nuestro proceso de ser humanos requerimos de satisfacer muchas necesidades, ¿recuerdan la pirámide de Maslow? 

Tenemos necesidad de pertenecer, de aceptación, de aprobación, de seguridad y de prestigio.

Cuando somos pequeñitos ya empezamos a manifestar la búsqueda de satisfacer estas necesidades, aunque no nos demos cuenta, aunque no haya conciencia. Queremos ser importantes para mamá primeramente y para papá... Sí nosotros hemos observado que mamá y papá, no conversan mucho, no se acercan mucho, no se dan besos...
Pero notamos que mamá le "presta atención" a papá, o papá le "resta atención a mamá cuando uno u otro hacen comentarios sobre algún atributo de la señora, señorita o el caballero que va en la otra acera, o sobre los artistas que están apareciendo en la tele o en alguna revista y percibimos entonces, que si sé "comunican" y aprendemos introyectando que así es como se logra ser importante para el otro...

Me he dado cuenta de la falta de comunicación adecuada en las relaciones de pareja. Desde la familia de origen no hemos sido educados para la comunicación, no sabemos pedir lo que necesitamos, incluso, lo que es peor, no sabemos lo que necesitamos... En las relaciones de pareja, sobre todo, necesitamos saber siempre que somos importantes para la otra persona con la que estoy experimentando ser pareja.

No pedimos porque tememos ser rechazados: y ahora porque tan cariñoso (a) ¿qué me vas a pedir? ¿Qué mosco te picó?, ¿qué es lo que me vas a pedir? pues ni modo que le pida que me compre flores, así ya no es sorpresa y no chiste… Él o ella tiene que saber lo que necesito, por eso somos pareja y tiene que conocerme bien. En las relaciones de pareja creemos que el otro es adivino (a), no es un ser humano como yo; es adivino (a) y tiene que saber qué necesito, en qué estoy pensando, qué no me gusta, qué me gusta, qué quiero hacer en este momento, qué no quiero hacer etc.
En esa búsqueda de ser importantes y con los aprendizajes previos (hogar de origen) aprendimos que si "le damos celos al otro" sabremos que somos importantes para él o ella y entonces surgen los comentarios en casa de tan mal gusto, poco propicios e inadecuados sobre otras personas fuera de nuestra relación y que sólo logran acentuar la inseguridad (por las necesidades no satisfechas anteriormente porque no las identifique, no las supe pedir, no las he trascendido), lastiman, confunden y generan distanciamientos y "competencias", perdiendo el propósito de la pareja que es c o m p a r t i r...

Que bueno que no perdamos en nuestro ser mujer o ser hombre, ese gusto por el sexo opuesto, si así fuera me parecería antinatural, pero es de mi intimidad, es de dominio personal, sólo yo disfruto de ese gusto sin tener que hacerlo del conocimiento de mi pareja porque no me he dado cuenta, o no quiero admitir que necesito ser importante para él o para ella, o no lo sé pedir y me escudo inconscientemente en comentarios atropellados y burdos...

Me parece que antes era más del sexo masculino, incluso algunas madres lo propiciaban en sus hijos varones; ahora las mujeres están queriendo adoptar las mismas actitudes y han querido ponerse a "su altura" y entre las parejas se generan grandes distanciamientos por las faltas de respeto porque no sabemos qué necesitamos y no lo sabemos pedir... esto aumenta nuestras inseguridades arrastradas desde la infancia.

Padres de familia: vamos a darnos cuenta (tener consciencia) de que en la infancia muchas necesidades de aceptación, aprobación, seguridad, pertenencia y prestigio no fueron satisfechas porque no sabíamos que lo necesitábamos, ahora que lo sabemos, vamos a pedirlo y entonces daremos cabida a una educación en la que nuestros hijos sepan manejar sus emociones, sepan pedir lo que necesitan y lo hagan en libertad sin tener que "utilizar" recursos instintivos para lograr "ser importantes" para el otro provocándole celos innecesarios y dolorosos.
Soy psicóloga, vivo en Toluca, tengo dos hijos varones de 29 y casi 28 años, el último libro que he leído, me parece fabuloso para que todas las parejas lo lean, también padres de familia, el libro es: "Viva la diferencia" y la autora es Pilar Sordo, Chilena.
Colaboración de Leticia Martínez Pliego "Sarayu"
www.tubreveespacio.com 

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