ARCOS DE LA FRONTERA
Un piropo lleva el viento,
Entre pétalos de rosas,
Que perfuman hasta el cielo
De esta ciudad candorosa.
Paraíso de colores,
Calles de luz y sol,
Ventanas orladas de flores,
De garbo, solera y primor.
Un trozo de morería
En blanco clavel engarzada,
Cuando se asoma la noche
Con su luna enamorada.
Cuna de grandes potas,
Es la rosa de un rosal,
Una flor en primavera,
Es un canto celestial.
Donde cantan golondrinas
Anunciando un día nuevo,
Donde las penas se pierden
Entre ilusión y misterio.
Es un sol cuando amanece,
Cuando dibuja destellos,
Es amor que se estremece,
Es pasión de un Nazareno.
Es la salida del templo
De la Virgen del dolor,
Es un abrazo de hermanos
Ante el Cristo del perdón.
Una plegaria a Jesús,
Una salve rociera,
Llevo metida en el alma,
Es Arcos de la Frontera.
Cuando recuerdo esta tierra,
Me estremezco de emoción,
Y es que la llevo tan dentro
Que vive en mi corazón.
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