lunes, 21 de mayo de 2012

ARTICULO OPINIÓN DE SALVADOR HUESO SAÑUDO " EL MUTISMO EN LOS TRANSPORTES PÚBLICOS "

El mutismo en los transportes públicos


Cada día se impone más el permanecer callado o conversar lo mínimo con aquellas personas que no conocemos y que, circunstancialmente, nos tocan estar en su proximidad física durante algún tiempo con motivo de viajar en algún medio de transporte público.
La locuacidad se ha convertido en un ente un tanto detestable, y pocos son los que se aventuran a desparramar sus vivencias, u opiniones acerca de un tema cualquiera, encerrándose en una coraza infranqueable de la que sólo escapan los vocablos “por favor o gracias”, con motivo de solicitar algo o agradecer el gesto amable al pasajero que tuvo la gentileza de decirnos la hora porque nuestro medidor del tiempo se quedó sin pila o cuerda; sin embargo, en contraposición a esa actitud de todo viajero, si que los oídos están siempre prestos y con la máxima atención en cuanto surge alguna conversación o comentario, quizás porque la gente tiene avidez por saber todo lo de los demás a cambio de preservar lo suyo con un hermetismo comunicativo inaccesible. Es como si se tratase de un reto por saber los más pequeños detalles y entresijos en que se desenvuelve la vida ajena, pero siempre bajo el recelo de no desprenderse de lo que se sabe porque, el airearlo, conlleva el dejar de ser dueño de lo que se calla. Ahora lo que sí se lleva y viste en los medios de transporte público, especialmente por parte de la juventud marchosa, es el uso de pinganillos para oír música, y sólo se habla y muy quedo a través del móvil de última generación.


Arcos de la Frontera (Cádiz), 08 de mayo de 2012
Salvador Hueso Sañudo

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