sábado, 5 de mayo de 2012

ARTICULO OPINIÓN DE SALVADOR HUESO SAÑUDO " A CEPILLO "

A Cepillo 

Cepillo come desde hace algún tiempo gracias a la bondad y magnanimidad de El Lin, un mecánico de pro que ejerce su actividad en la Barriada de la Zorra en las inmediaciones del bar El Voy Voy.
Se ve que el animal fue abandonado y anda callejero por la barriada sin rumbo ni dirección. Su casa no es otra que el abrigo de las ramas de uno de los centenarios olivos existentes en las inmediaciones y un tiesto con agua junto al carcomido y descortezado tronco, espacio que considera su territorio y al que defiende bravamente con ladridos entrecortados en cuanto alguien se le acerca. No muestra signos de agresividad pero es desconfiado y, cuando merodea por las calles e inmediaciones de su hábitat, huye despavorido del hombre y de los vehículos, eso sí, en su territorio es serio y causa un profundo respeto porque lo defiende a capa y espada.
Uno, por aquello de la proximidad geográfica, ha reparado en él y de vez en cuando le socorre con el mendrugo de la caridad hasta conseguir acercarse a una distancia más próxima que la que le permite a los demás transeúntes, pero siempre con cautela, porque de los perros callejeros no se debe uno de fiar, al igual que con algunas personas portadoras de maldad y agresividad retenida bajo el disfraz de la hipocresía.
Desde una mayor proximidad física le he visto los ojos a Cepillo con más nitidez y muestran una mirada tierna, entristecida y desconfiada en la que se presagia un fondo de soledad, desamparo y hambre enmarcados por la intemperie, el frío y el desarraigo con sus congéneres que tienen amo, pan y techo.


Arcos de la Frontera (Cádiz), 22 de abril de 2012
Salvador Hueso Sañudo

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