domingo, 15 de enero de 2012

ARTICULO OPINIÓN DE SALVADOR HUESO SAÑUDO " CUANDO NOS DAN LA PUNTILLA "

“Cuando nos dan la puntilla”


Las relaciones entre familiares, amistades, compañeros de trabajo…, por lo común no se eternizan y más tarde o temprano, en la mayoría de los casos, surge el desencanto, quizás porque dejen de cultivarse y llega el momento que se rompen pasando a engrosar el cúmulo de vivencias del baúl de los recuerdos que se halla en el desván pavonado de polvo. No siempre sucede así, pues en muchos casos la relación no se marchita y permanece viva durante toda la vida; sin embargo, excepcionalmente sucede que la ruptura se produce de forma súbita y violenta, con una deshumanización tremenda y casi siempre dejada llevar del interés o de un mal entendimiento por determinados comportamientos, acción ésta que popularmente es conocida “cuando nos dan la puntilla”, en alusión a una expresión usada en el mundo de la tauromaquia.
Apuntillar,  “cuando nos dan la puntilla”, es el acto, el comportamiento o la                                                                              acción definitiva que pone fin a la relación. El hecho final que nos desvincula y deslegitima definitivamente y nos mandan al desolladero, como si de una res se tratase que, al final del último tercio de muerte, ya agonizante, le seccionan el bulbo raquídeo para pasaportarla al más allá.
“Cuando nos dan la puntilla” es lo antagónico, lo contrario, a “cuando nos meten en el bolsillo”, que quisiera reseñar en otro de mis sueltos, expresiones ambas un tanto localistas pero de un tremendo calado en lo más íntimo de nuestro ego.




Arcos de la Frontera (Cádiz), 05 de enero de 2012
Salvador Hueso Sañudo

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