domingo, 11 de diciembre de 2011

Quizás, tal vez quizás...

Quizás, tal vez quizás...


El amor no es más ni menos que una afilada daga que pende sobre el cuello de aquellos quienes están enamorados, el cordel que la sostiene y evita que los dañe es tan frágil y a veces inexistente. Aquel quien ama es sólo un iluso. Vive con la ilusión del amor eterno o la negación de la realidad, evita el simple sentido común, el hecho irrefutable de que todo termina, sólo se lo niegan a sí mismos o viven tan inmerso en su felicidad que no lo ven, la verdad, prefiero lo segundo, es uno de esos momentos que la ignorancia es un don:

Adoro el velo aquel que cubre mis ojos de la realidad, adoro el no saber ni darme cuenta que a veces soy el único que siente, no me importa ser quien da más pues este bendito velo me ayuda no darme cuenta, me ha dejado de importar no ser el brillo que emanan tus ojos, no ser aquello a lo que tus odios se entregan totales, no ser el centro de tu atención, ni la causa de tus sonrisas, adoro vivir en esta ignorancia…
Amo esta ceguera porque me mantiene cerca he ilusionado de lo que fue una vez, sé que pronto vendrás a quitarme este velo, pero no hará falta hace ya un tiempo que lo vengo sosteniendo con mis manos, sé que te alejaras al fin y al cabo, sé que no estarás más a mi lado, que no serás la razón de mis suspiros, que serás sólo un bello recuerdo sabor a la hiel del pasado que termino y los sueños rotos que no pudieron ser, por eso no quiero que termine…
Aún mantendré esta venda frente a mis ojos aunque cada día cuesta más, no importa cuánto me cueste, quiero que estos últimos momentos sean así, ya lo eh intentado demasiado y no puedo evitar este final pero al menos puedo retardarlo un poco más, sólo un poco más... No me animo a pensar que pasara después, cuando te hayas ido de mí, no me animo a en ello pensar, ahora estoy en la cercanía de un dolor muy grande que es como el fuego:
Cuanto más cercano estoy, más me consume y me daña; quizás, tal vez quizás hubiera sido mejor no enamorarme, ya la luz se está apagando y sólo puedo pensar que no debí enamorarme de este modo, estaba creando yo mismo el camino hacía este dolor, si no la hubiese querido tanto si no hubiese sido mi todo y mucho más, no estaría en esta situación, no estoy seguro pero quizás…
Quizás nunca debí permitirme haber amado tanto, por lo menos puedo decir que algo eh aprendido de todo esto, la esperanza e ilusiones al final sólo logran crear mayor dolor, que no vale la pena el amor porque sin lugar a duda no importa cuánto lo intentes, nada es eterno y cuando el amor termina este deja un hueco en ti, tal vez quizás nunca debí amar.
Colaboración de Nuriel
www.tubreveespacio.com

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