jueves, 29 de septiembre de 2011

FÁBULA DE SAMANIEGO

Fábula XVII

17. La serpiente y la lima

En casa de un cerrajero
Entró la Serpiente un día,
Y la insensata mordía
En una Lima de acero.
Díjole la Lima: «El mal,
Necia, será para ti;
¿Cómo has de hacer mella en mí,
Que hago polvos el metal?»

Quien pretende sin razón
Al más fuerte derribar
No consigue sino dar
Coces contra el aguijón.

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