domingo, 22 de diciembre de 2024
NUEVO DÍA
Las
mujeres tienen fuerzas que asombran a los hombres.
Les
asombra que ellas, cargan niños, penas y cosas pesadas, sin embargo tienen
espacio para la felicidad, el amor y la alegría.
Ellas
sonríen cuando quieren gritar, cantan cuando quieren llorar, están contentas y
ríen cuando están nerviosas.
Ellas
no aceptan un "no" como respuesta cuando están convencidas que hay
una solución. Las mujeres escriben una carta de amor a su pareja y saben
perdonar. Son inteligentes y saben de su poder, sin embargo saben usar su lado
suave cuando quieren conseguir algo.
Las
mujeres se alegran o lloran cuando se enteran de un nacimiento o matrimonio.
Saben que un abrazo, un beso y un te amo puede sanar un corazón roto. Una mujer
puede lograr, que una mañana, una tarde o una noche romántica sean
inolvidables.
Las
mujeres vienen en todos los tamaños, colores y formas; viven en casas, cuartos,
cabañas. Ellas corren, manejan, caminan o usan el e-mail. El corazón de una
mujer es lo que hace girar el mundo.
La
belleza de la mujer no está en la ropa que lleve, la figura que tenga o la
forma en que se peine.
La
belleza de una mujer debe verse en sus ojos, a través de ellos, porque es la
puerta de su corazón, el lugar donde el amor reside, también se refleja en su
alma .Es el cuidado que ella le da a la pasión para estar con el hombre que ama
a quien se entrega inocentemente. Es el cuidado que ella le da a su amado
cuando esta enfermo o cuando le prepara una taza de te en las noches de
invierno.
La
belleza de la mujer con el paso de los años crece hasta el infinito.
Autor
Desconocido.
sábado, 21 de diciembre de 2024
NUEVO DÍA
Las mujeres más hermosas del mundo no son las que desfilan
en trajes de baño y vestidos de noche delante de jueces y de cámaras de
televisión.
Las verdaderas finalistas y las ganadoras son aquellas que tienen el brillo
interno de la gracia y el perdón.
No hay belleza física que se pueda comparar con la dignidad espiritual o el
atractivo de una mujer llena de paz.
Es una persona serena porque su confianza y su seguridad están en la paz que
reflejan.
Es una persona con dignidad porque su valor y sentido se hallan en algo más
allá de lo superficial.
Esa mujer reflejará una clase de belleza interior que hace mucho más que llamar
la atención a sí misma. Es una belleza que es mucho más importante que
cualquier cosa trivial.
La verdadera belleza de la mujer no es corruptible, porque no depende de lo
físico, sino que es la belleza de una forma de ser que reúne la quietud, la
humildad, la ternura y la serenidad.
Las mujeres del mundo son alabadas por su belleza física, por su vivacidad y
por su audacia.
Pero las mujeres de Dios tienen un molde distinto.
La belleza física de una mujer es temporal, y su deterioro le producirá
amargura.
En cambio, el adorno de un espíritu manso, dulce y sereno no es una moneda
perecible, no se gastará por el uso ni está sujeta a los valores del mercado.
No deja marcas en el alma, ni heridas en quienes la rodean.
Esta es la verdadera belleza, la belleza que es de grande estima delante de
Dios.