sábado, 7 de diciembre de 2019
GESTIONES PARA AMPLIAR EL SERVICIO DE BOMBEROS
GESTIONES PARA AMPLIAR EL SERVICIO DE BOMBEROS
Gambín y González se desplazaron ayer a Cádiz para tratar diversos
asuntos con Diputación
El alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, acompañado de la
delegada municipal de Hacienda, María
José González, se desplazó ayer a la sede de la Diputación provincial de
Cádiz para mantener una reunión de trabajo con el Diputado del área de
Servicios Económicos, Hacienda y Recaudación, Juan Carlos Ruiz Boix.
En este encuentro se
trataron, entre otros asuntos, la liquidación de impuestos anual y la deuda con
el Consorcio de Bomberos, procedente ésta del ejercicio del 2014. La cifra
adeudada está en torno a los 500.000€, que el Ayuntamiento de Arcos va a pagar
en mensualidades a través de Diputación.
Además, se abordaron aspectos
concernientes a la ordenanza de Seguridad Ciudadana. “En el primer trimestre
del año 2020 se actualizará el convenio con Diputación y nos incluirán el
servicio de este tipo de sanciones”, según ha señalado el Alcalde.
Por último, los
representantes municipales solicitaron la ampliación del número de bomberos en
el municipio para reforzar el servicio de guardia, así
como la concesión de un vehículo pequeño para posibles intervenciones en el
Casco Antiguo.
NUEVO DÍA
EL MANZANO
Hace mucho tiempo existía un enorme manzano. Un pequeño niño lo
amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el
tope, comía sus manzanas y tomaba una siesta bajo su sombra.
El amaba al árbol y el árbol amaba al niño. Pasó el tiempo y el
pequeño niño creció y el nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol.
Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste:
"¿Vienes a jugar conmigo?". Pero el muchacho contestó: "Ya no
soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles. Lo que ahora
quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos".
"Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero... Te sugiero
que tomes todas mis manzanas y las vendas. De esta manera tú obtendrás el dinero
para tus juguetes". El muchacho se sintió muy feliz. Tomó todas las
manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz. Pero el muchacho
nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste.
Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le
preguntó: "¿Vienes a jugar conmigo?". Dijo él: "No tengo tiempo
para jugar. Debo de trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir
con mi esposa e hijos. ¿Puedes ayudarme?"... " Lo siento, pero no
tengo una casa, pero... tu puedes cortar mis ramas y construir tu casa".
El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol,
pero el joven nunca más volvió desde esa vez y el árbol volvió a estar triste y
solitario.
Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol
estaba encantado. "Vienes a jugar conmigo?, le preguntó el árbol. El
hombre contestó: "Estoy triste y volviéndome viejo. Quiero un bote para
navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?". El árbol contestó: "Usa mi
tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz". El
hombre cortó el tronco y construyó su bote. Luego se fue a navegar por un largo
tiempo.
Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo:
"Lo siento mucho, pero ya no tenga nada que darte ni siquiera
manzanas". El hombre replicó "No tengo dientes para morder, ni fuerza
para escalar... Por ahora ya estoy viejo". Entonces el árbol emocionado le
dijo: "Realmente no puedo darte nada.... la única cosa que me queda son
mis raíces muertas". Y el hombre contestó: "Yo no necesito mucho
ahora, solo un lugar para descansar. Estoy tan cansado después de tantos
años".
"Bueno,las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para
recostarse y descansar. Ven siéntate conmigo y descansa". El hombre se
sentó junto al árbol y éste, feliz y contento, sonrió con lágrimas.
(Moraleja: Esta
puede ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres.
Cuando somos niños, los amamos y jugamos con papá y mamá... Cuando crecemos los
dejamos, sólo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas.
No importa lo que sea, ellos siempre están allí para darnos todo lo que puedan
y hacernos felices. Tú puedes pensar que el muchacho es cruel contra el árbol,
pero es así como muchos de nosotros tratamos a nuestros padres.)
Autor desconocido