VECINOS DEL CASCO ANTIGUO SOLICITAN CONTENEDORES DE ACEITE USADO

VECINOS DEL CASCO ANTIGUO SOLICITAN CONTENEDORES DE ACEITE USADO

La delegada del barrio, Ana Fernández, se reunió con la asociación Madre Coraje para tratar este y otros asuntos.

La delegada de Barrio Bajo y Casco Antiguo, Ana Fernández, se reunió el pasado miércoles con representantes de la Asociación Madre Coraje en sede municipal. En el encuentro, la concejala socialista trasladó el deseo de los vecinos del conjunto monumental de situar en puntos concretos dos contenedores de recogida de aceite usado.
Madre Coraje ha acogido positivamente esta iniciativa vecinal e, incluso, propone una revisión del convenio entre Ayuntamiento y asociación, de forma que se pueda hacer extensivo el servicio a otras zonas de la localidad, como Barriadas Rurales y Jédula.
La recogida de ropa usada también se contempla en esta ampliación.





LA ECONOMÍA LOCAL, A DEBATE


El PSOE se vio obligado a llevar al Pleno la liquidación del presupuesto 2014, ejecutado por PP y AI-Pro en su etapa de gobierno. Según el alcalde, la gestión económica de los equipos de Núñez y Erdozain ha dado resultados “muy negativos”.

Tras el pleno urgente y extraordinario celebrado ayer, el alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, ha querido destacar, como de vital transcendencia, la liquidación de los presupuestos municipales del año 2014, con “resultados muy malos, que tendrán consecuencias muy negativas: el Ayuntamiento tiene ahora mismo cerradas las puertas de una financiación de los bancos, que se niegan a dar préstamos”, tras la situación de falta de liquidez en que PP y AI-Pro han dejado las arcas municipales.
Según el primer regidor, el anterior gobierno de Núñez y Erdozain “ha puesto en peligro las nóminas y el pago a proveedores”, por lo que el Consistorio tiene, ahora, que desarrollar medidas drásticas e impopulares para hacer frente a las deudas contraídas, como la contención del gasto y la reducción de personal. “No podemos tener el mismo nivel de contratación que antes, muy a pesar nuestro, ya que nos gustaría poder contratar a personas necesitadas”, añade. Hacienda, Seguridad Social y dar servicios básicos a la ciudadanía son otras de las obligaciones que tiene que cumplir el Consistorio arcense. Gambín no se explica cómo, tras haber recibido préstamos ICO por parte del gobierno central con un valor de 22,5 millones de euros, se haya vuelto a generar una deuda con los proveedores altísima.
Otro punto destacable fue la aprobación definitiva del proyecto de actuación para la Declaración de Utilidad Pública e Interés Social para la construcción de Circuito de Velocidad “Arcos Lagos” en Finca Las Hoces, promovido por Arcos Sun Invest S.L. El primer edil asegura que “vamos a acelerar todos los trámites para que en Arcos haya inversión empresarial y creación de puestos de empleo”.
En cuanto a equipamientos públicos, contó con el visto bueno de la corporación el convenio con la Junta de Andalucía para mejoras en la depuradora de Arcos, con una inversión de más de cinco millones de euros. Isidoro Gambín aseguró que “también se está trabajando ya en la redacción del proyecto de una nueva depuradora para Jédula”.
Como conclusión, el pleno acordó instar a Junta de Andalucía y Diputación la mejora de la seguridad vial en las carreteras y travesías de la Junta de los Ríos y Jédula.


NUEVO DÍA

MENDIGO MUSICAL


 Esta historia es sobre un hombre que reflejaba en su forma de vestir la derrota, y en su forma de actuar la mediocridad total.
Ocurrió en París, en una calle céntrica aunque secundaria. Este hombre, sucio, maloliente, tocaba un viejo violín.
Frente a él y sobre el suelo estaba su boina, con la esperanza de que los transeúntes se apiadaran de su condición y le arrojaran algunas monedas para llevar a casa.
El pobre hombre trataba de sacar una melodía, pero era del todo imposible identificarla debido a lo desafinado del instrumento, y a la forma displicente y aburrida con que tocaba ese violín.
Un famoso concertista, que junto con su esposa y unos amigos salía de un teatro cercano, pasó frente al mendigo musical.
Todos arrugaron la cara al oír aquellos sonidos tan discordantes. Y no pudieron menos que reír de buena gana.
La esposa le pidió, al concertista, que tocara algo. El hombre echó una mirada a las pocas monedas en el interior de la boina del mendigo, y decidió hacer algo.
Le solicitó el violín. Y el mendigo musical se lo prestó con cierto recelo.
Lo primero que hizo el concertista fue afinar sus cuerdas.
Y entonces, vigorosamente y con gran maestría arrancó una melodía fascinante del viejo instrumento. Los amigos comenzaron a aplaudir y los transeúntes comenzaron
a arremolinarse para ver el improvisado espectáculo.
Al escuchar la música, la gente de la cercana calle principal acudió también y pronto había una pequeña multitud escuchando arrobada el extraño concierto.
La boina se llenó no solamente de monedas, sino de muchos billetes de todas las denominaciones. Mientras el maestro sacaba una melodía tras otra, con tanta alegría.
El mendigo musical estaba aún más feliz de ver lo que ocurría y no cesaba de dar saltos de contento y repetir orgulloso a todos: "¡¡Ese es mi violín!! ¡¡Ese es mi
violín!!". Lo cual, por supuesto, era rigurosamente cierto.
La vida nos da a todos "un violín". Son nuestros conocimientos, nuestras habilidades y nuestras actitudes. Y tenemos libertad absoluta de tocar "ese violín" como nos plazca.
Sé nos ha dicho que Dios nos concede libre albedrío, es decir, la facultad de decidir lo que haremos de nuestra vida. Y esto, claro, es tanto un maravilloso derecho, como
una formidable responsabilidad.
Algunos, por pereza, ni siquiera afinan ese violín. No perciben que en el mundo actual hay que prepararse, aprender, desarrollar habilidades y mejorar constantemente actitudes si hemos de ejecutar un buen concierto.
Pretenden una boina llena de dinero, y lo que entregan es una discordante melodía que no gusta a nadie.
Esa es la gente que hace su trabajo de la forma: "hay se va...", Que piensa en términos de "me vale...", y que cree que la humanidad tiene la obligación de retribuirle su pésima ejecución, cubriendo sus necesidades.
Es la gente que piensa solamente en sus derechos, pero no siente ninguna obligación de ganárselos.
La verdad, por dura que pueda parecernos, es otra.
Tú y yo, y cualquier otra persona, tenemos que aprender tarde o temprano, que los mejores lugares son para aquellos que no solamente afinan bien ese violín, sino que aprenden con el tiempo también a tocarlo con maestría.
Por eso debemos de estar dispuestos a hacer bien nuestro trabajo diario, sea cual sea. Y aspirar siempre a prepararnos para ser capaces de realizar otras cosas que nos gustarían.
La historia está llena de ejemplos de gente que aún con dificultades iniciales llegó a ser un concertista con ese violín que es la vida. Y también, por desgracia, registra los casos de muchos otros, que teniendo grandes oportunidades, decidieron con ese violín, ser mendigos musicales.
La verdad es que Dios nos concedió "libre albedrío". Tú puedes hacer algo grande de tu vida, o hacer de ella algo mediocre. Esa es tu decisión personal.
LO NEGATIVO: Negarnos a afinar bien nuestro violín de la vida. Y quejarnos de que la gente no disfrute la melodía que sacamos de él.
LO POSITIVO: Comprender que, nos guste o no, solamente rosperaremos si afinamos bien ese violín, y aprendemos a sacar de él las mejores melodías.


BUENOS DÍAS DESDE ARCOS DE LA FRONTERA A TODO EL MUNDO

Cuenta la leyenda que Narciso era hijo de un río y de una ninfa. Y por lo visto era un niño muy guapo.
Narciso fue creciendo, y pronto fue un joven apuesto. Lo malo es que rechazaba el amor que le ofrecían y permanecía insensible al cariño de los demás. Sólo estaba pendiente de sí mismo. Así fueron pasando los años hasta que un día de mucho calor, después de una cacería, el muchacho se detuvo en una fuente para refrescarse. Al inclinarse para beber, Narciso vio su imagen reflejada en las aguas..., y se enamoró perdidamente de su propia figura.
Y allí se quedó Narciso, días y días, semanas y semanas, indiferente a todo lo que le rodeaba. Y allí, inmóvil como una estatua, absorto en su propia contemplación, se dejó consumir por el hambre y la soledad hasta desvanecerse y caer sin vida sobre la hierba.
Esta vieja leyenda ha dado el nombre de narcisismo a esa ingenua vanidad de quienes ante el espejo alimentan sin cesar la admiración hacia sí mismos.
La tragedia de Narciso tiene otras formas mucho más corrientes, más a nivel de calle. Aparece como un idealismo, ingenuo y perezoso a la vez, que inunda los afanes de muchas chicas y chicos jóvenes. Están llenos de proyectos: van a ser grandes genios, egregios artistas, creadores incomparables...; y a continuación confiesan que van mal en sus estudios, que jamás leen un libro, que no saben lo que es madrugar.
Piensan que están llamados a ocupar puestos preeminentes, que están destinados a ser como aquel gran empresario que se hizo a sí mismo en unos pocos años y ahora es inmensamente rico. Imaginan que triunfar en la vida es un camino sencillo, de sueño azul, glorioso, placentero y gratificante.
Van por la calle imaginando las miradas de admiración, las miradas de envidia, que sin duda le dirigen los conductores, los peatones, todos.
Un día reciben un halago (quizá de cumplido) por algo que han hecho, y ya se ven como un nuevo Mozart o un nuevo Goya. Y en seguida creen ser un genio mundial, un superhombre. Y se comportan como piensan que corresponde a un genio así, de forma anárquica y distinta, como un hombre al que poco queda que aprender y que vivirá con sólo sacar un poco de partido a su inmenso talento.
Pero la vida no suele ser así. Porque la realidad es terca. Y deben comprender que para hacer cualquier cosa seria en la vida, hay mucho que trabajar, mucho que aprender, mucho que tachar. Que nunca podrán crear si anteponen hoy sus sueños a la realidad. Quizá convenga recordarles aquello de Thomas Edisson de que el genio se compone de un 1% ciento de inspiración y un 99% de transpiración, de sudor, de trabajo.
La vanidad lleva a creerse algo distinto a lo que uno realmente es. El vanidoso piensa que hace maravillas y se siente herido si los demás no lo valoran. El hechizo de la vanidad los problematiza y sufren tremendamente. El mejor remedio es un poco de realismo:
Para unos, será comprender que los genios suelen ser inteligencias trabajadas por un estudio profundo;
Para otros, abrir un poco los ojos y descubrir las cualidades de los demás, que es una excelente forma de aprender;
Para los que pasan horas ante el espejo y aún así no están seguros de que les guste lo que reflejan, ser menos puntillosos en cuanto a su aspecto físico;
Para todos, rechazar el engañoso halago de la adulación (propia o ajena) y comprender que el objetivo de la vida no puede ser algo tan pasajero como la opinión ajena o el brillo de los aplausos.
Los personajes famosos, esos que saborean las mieles de la gloria, cuando son un poco sensatos "y sinceros" reconocen que sólo con esas satisfacciones no se puede llenar una vida. Que vale más un poco de cariño que todos los aplausos del mundo. Que, a veces, han logrado todos esos aplausos pero, en esa lucha, han perdido el cariño de los suyos, y están tristes.
Hay que aspirar a ser buena persona y a ser coherente con uno mismo. También se puede desear que los demás lo crean así, y lo valoren. Pero esto último ya es más difícil y, sobre todo, menos importante. Muchas veces hay que contentarse "y no es poco, es lo principal" con estar satisfecho con uno mismo. El aplauso que importa y que de verdad satisface es el que proviene de nuestro interior, de la conciencia de la obra bien hecha.

Dr Juan Barek