domingo, 29 de marzo de 2015
BUENOS DÍAS DESDE ARCOS DE LA FRONTERA A TODO EL MUNDO
Aquel fiel criado aguantaba las
impertinencias de su viejo patrón, por la promesa de que "estaba presente
en su testamento". Así pasaron largos años, llenos de amarguras y
vejaciones, soportadas con la esperanza de la herencia prometida. Cuando
finalmente murió aquel hombre, y el testamento fue leído, el pobre sirviente
descubrió que lo que su señor le había dejado era "el honor de, al morir,
ser enterrado en el cementerio de la familia". Eso era todo. Pienso que el
desilusionado hombre hubiera preferido quinientos dólares en vida, a todos los
honores del mundo, después de muerto. Bien dice el dicho: "Vale más una
flor para el que está vivo, que una corona completa para el que se ha
ido".
Y hablando de flores, cuenta una leyenda
persa, que el poeta Sadí, cuando en su juventud era esclavo, dio a su amo una
hermosa rosa, acompañada de un sencillo poema: "Haz bien a tu siervo
mientras puedas hacerlo, pues el tiempo para poder hacerlo es tan transitorio
como la belleza de esta flor". Parece ser que esta hermosa verdad tocó el
corazón del amo de tal manera, que le dio la libertad al que más tarde llegó a
ser clásico de las letras persas. Y esa misma verdad debería movernos a usted y
a mí. Hagamos el bien a quienes nos rodean, pues "el tiempo para hacerlo
es tan transitorio como la belleza de una flor".
¿Puede usted regresar las agujas del reloj y
hacer retornar el pasado? ¿Puede ir atrás en el tiempo y corregir el mal que
haya hecho, o hacer el bien que no hizo? No, el ayer, para bien o para mal, ha
quedado sepultado para siempre.
Pero tiene usted el día de hoy. ¿Se ha
preguntado alguna vez por qué se le permite vivirlo? ¿Tendrá Dios un propósito
específico que usted deba cumplir?
¿Será una oportunidad más de disfrutar de la
vida y facilitar que los demás la disfruten también? Creo que hay una enorme
sensatez en vivir el presente. Si ama a sus hijos, acarícielos hoy, mañana se
habrán ido. Si ha de ayudar a un amigo, hágalo hoy, quizá mañana ya no lo
necesite, ni usted pueda oírlo.
LO NEGATIVO: Decidirnos a actuar en
beneficio de los demás, cuando ya no puedan disfrutarlo.
LO POSITIVO: Comprender que si deseamos
hacer el bien, hoy es el tiempo para hacerlo"