sábado, 25 de mayo de 2013
FABULA DE ESOPO
La langosta y su madre
- No andes atravesada y no roces tus costados contra la roca mojada, - decía una langosta a su hija.
-Madre, - repuso ésta, - tú, que quieres instruirme, camina derecha y yo te miraré y te imitaré.
Antes de decir un consejo, primero dalo con tu ejemplo.
- No andes atravesada y no roces tus costados contra la roca mojada, - decía una langosta a su hija.
-Madre, - repuso ésta, - tú, que quieres instruirme, camina derecha y yo te miraré y te imitaré.
Antes de decir un consejo, primero dalo con tu ejemplo.
NUEVO DÍA
La vida no es complicada, nosotros la complicamos.
Cuando
llegan las dificultades, tendemos a no aceptarlas y se inicia una lucha y una
resistencia hacia lo que esta molestándonos Las dificultades no son
complicadas, nosotros las complicamos con inseguridades, frustración,
preocupaciones y enojo. No creemos que algo se puede resolver tan fácilmente,
claro que muchas cosas no se pueden solucionar de la noche a la mañana pero si
depositamos un poco de fé seria el primer paso para avanzar hacia una solución.
Nunca un problema es tan malo, pero nuestras expectativas que en su mayoría tienden a ser negativas el problema se vuelve peor de lo que estaba. Por el
simple orgullo, el ego y todos esos sentimientos negativos que dejamos nos
invadan. No pierdas el control de tus emociones, no compliques algo que no es
tan complicado aunque parezca. Si analizas cada detalle del problema y las
posibles soluciones, podrás ver más allá de lo que realmente parece ser.
- Bacilio Emmanuel
BUENOS DÍAS DESDE ARCOS DE LA FRONTERA
En el sur de los Estados Unidos existe un tipo de vid que es
parásita, sube por los troncos y se adhiere a árboles saludables y fuertes.
Esta uva oscura del tamaño de una nuez se usa para hacer dulces y jaleas, y
algunos sureños usan la piel para hacer pastel de fruta. El fruto que produce
este tipo de vid les ha servido a muchas familias pobres durante muchos años.
En años recientes, esta clase de vid se ha hecho más popular y este tipo de uva
se puede comprar casi en todas partes en el sur del país.
A pesar de lo gustosa, variada y rica que es, esta clase de vid
no puede existir por sí misma. Necesita el soporte de árboles bien firmes y
arraigados a los cuales adherirse para sustentarse. Si esta vid se le separa
del árbol que le sirve de sostén, se seca y deja de dar fruto.
Como la vid, no podemos sobrevivir sin una total dependencia de
Dios. Sin Él no tenemos una verdadera, guía o alimento, y no podemos dar fruto.
Sin embargo, podemos aprender a adherirnos al Señor rindiendo
nuestras vidas a Él. Podemos alimentarnos estudiando la Biblia, orando,
adorando a Dios, sirviéndole y obedeciéndole de todo corazón. Como la vid, al
adherirnos a nuestra Fuente podremos crecer saludablemente y dar mucho fruto
bueno.
Fuente: En el Jardín con Dios, Editorial UNILIT