domingo, 20 de noviembre de 2011

NOTICIA DE ARCOS : HERMANDAD DE LAS TRES CAÍDAS

Con motivo de la llegada del Adviento que nos preparara para la venida de
una nueva Navidad, se abre el plazo para la entrega de los dibujos que
servirán para la felicitación navideña que realiza cada año nuestra
Hermandad.

El plazo termina el próximo viernes, día en que se elegirá el christma
ganador.

Hdad. Franciscana de las Tres Caídas
Arcos de la Frontera
Cádiz

NOTICIA DE ARCOS : PROYECTO DEL CEIP SAN FRANCISCO DE ARCOS DE LA FRONTERA


El proyecto se llama Hidroterapia, Equinoterapia y terapia con perros de agua. Este proyecto va dirigido a los alumnos/as de nuestra Aula Específica (alumnos con necesidades educativas especiales). Este curso hemos presentado nuestro Proyecto a la Obra Social de Cajasol. Para que no lo subvencionen los clientes de cajasol tienen que votar. Las votaciones pueden realizarse a través de la página de Cajasol en Internet, o presentadose en las sucursales y decir que vota por el Proyecto nº 45413, Proyecto de Hidroterapia, Equinoterapia y terapia con perros de agua del CEIP San Francisco. Gracias por vuestra colaboración, estos alumnos/as lo necesitan.

SIMPLES DIFERENCIAS

Simples diferencias

¿Te sentiste más? ¿Te sentiste menos que él?... Puede ser un albañil, un comerciante, un diariero o un abogado. La gente que juzga a otro es porque no puede mirarse a sí mismo. Pensemos así… ¿De qué vale la apariencia? Un día conocí a alguien que creí iba a cambiar mi vida, él era de clase media al igual que yo, pero él se quería sentir superior. Siempre con ese aire de Don Juan, de querer tener más y más. Presumía sus cosas, cosas que quizás yo tenía el doble que él y jamás las mencionaba.
Él conmigo, aparentaba ser divino, me pintaba el mundo color de rosa y no faltaba ocasión en donde el papel de víctima a él le quedara perfecto. Día tras día me di cuenta de que a esa persona sólo le importaba de mí lo que yo tuviera, supe entonces que me había equivocadillo a él jamás lo había mirado por aquello que tuviera.
Yo me había enamorado de sus ojos color café, de su pelo castaño y su manera de hablar.

Él tenía doble personalidad, la que me admiraba y decía quererme y la que me engañaba y se burlaba de mí. No quise más mentiras en mi vida, no quise más engaños y no dejé que me quieran por mi condición económica, me aparté del, de lo que yo alguna vez había imaginado que era amor. Siento que fue una de las decisiones más importantes de mi vida, aunque yo creo que ni siquiera había sido amor. El nunca fue lo que yo en realidad esperaba. Si fue una persona que era mejor perderla que encontrarla.

Pero le doy gracias porque así comprendí que no puedo amar a personas vacantes. Aprendí que el diariero, el albañil, el bolero, pueden ser mejores personas y valorar más aquello que tienen porque lo ganan con el corazón. Aprendí que el chico del almacén o el del Cyber de al lado puede quererme más sin pensar en lo que tengo.
Porque amar no es apariencia. Amar es estar orgulloso de la persona que tienes al lado, mostrarle a todos que estás enamorado, que no te importa lo que digan los demás, es hacerle frente a la realidad que otros no quieren ver.
Colaboración de Yanina Provost
Argentina

FRASES HECHAS

A la tercera va la vencida
Con esta locución proverbial se quiere dar a entender que a la tercera tentativa se suele alcanzar el fin deseado. El origen del dicho no está muy claro. Para algunos expertos, se encuentra en el derecho penal de los siglos XVI y XVII, en que se imponía la pena de muerte al ter furtum, o sea, al tercer hurto. Sin embargo, el maestro Correas apunta que esta frase proverbial se ha tomado de "la lucha (cuerpo a cuerpo) que va a 3 caídas, y de la sortija y justa, que va a 3 carreras o lanzas el premio". Una tercera hipótesis es defendida por el padre Esteban de Terrenos en su Diccionario. Dice así: "En la milicia romana había los soldados llamados pilati o velites, armados a la ligera, y eran los del ínfimo pueblo y los bisoños, y éstos iban en la fila primera; en la segunda iban los que llamaban piqueros, bastati, y excedían en valor y mérito a los primeros; y en la tercera fila iban los que llamaban triarios, y eran los más valerosos, veteranos, y que sostenían a las dos filas precedentes, y de aquí vino el adagio de decir cuando se echaba el último esfuerzo: Ad triarios ventum est, que en castellano decimos: A las tres va la vencida o se echa el resto".

EL POETA Y LA POESÍA MIGUEL DE UNAMUNO

BLAS, EL BOBO

Blas, el bobo de la aldea,
vive en no quebrado arrobo;
La aldea es de Blas el bobo,
pues toda a Blas le recrea.

Blas, que se crió desde niño
sin padres, con madre moza,
en una perdida choza,
libre de carnal cariño;

Blas, tradición la más pura,
sabe todo el calendario,
reza a la tarde el rosario
y le ayuda a misa al cura.

Gracias a Blas el bendito
no descarga Dios su vara
sobre la aldea, la ampara
Blas, botón del infinito.

FÁBULA DE SAMANIEGO

Fábula X

10.El hombre y la pulga

«Oye, Júpiter sumo, mis querellas,
Y haz, disparando rayos y centellas,
Que muera este animal vil y tirano,
Plaga fatal para el linaje humano;
Y si vos no lo hacéis, Hércules sea
Quien acabe con él y su ralea.»
Este es un Hombre que a los dioses clama,
Porque una Pulga le picó en la cama;
Y es justo, ya que el pobre se fatiga,
Que de Júpiter y Hércules consiga,
De éste, que viva despulgando sayos;
De aquél, matando pulgas con sus rayos.
Tenemos en el cielo los mortales
Recurso en las desdichas y en los males,
Mas se suele abusar frecuentemente
Por lograr un antojo impertinente.

NUEVO DÍA

Cuando yo era chico, me encantaban los circos, y lo que mas me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante.
Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal.. pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que este animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes.
Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre o a algún tio por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado.... ¿Por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca ... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que aquel momento el elefante empujó, tiró y sudó tratando de soltarse, y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro día y el que siguió.
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. 
Jamás, jamás.... intentó poner a prueba su fuerza otra vez.
Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.
Grabamos en nuestro recuerdo: No puedo .... y nunca podré. Crecimos portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar.
Aprende a ser libre, vive sin ataduras...No te rindas..!!

MEDITACIÓN DIARIA

Celebrar a Cristo Rey
¡Lo proclamamos nosotros a los cuatro vientos con humildad gozosa! Sobre todo, con la fidelidad diaria a nuestros deberes cristianos. 
Autor: Pedro García, Misionero Claretiano | Fuente: Catholic.net

Último Domingo de Calendario Litúrgico, dedicado a celebrar la festividad de Jesucristo Rey. 

Una solemnidad moderna que nos gusta mucho a los creyentes.
 

Instituida por la Iglesia precisamente en los tiempos de la democracia, para demostrar que la soberanía de Jesucristo no tiene condicionamientos humanos, ni es Jesucristo un Jefe elegido por votación popular, ni va a ser un día echado de su trono o suplantado por otro rival que le venga a privar de sus derechos.
 

Empezamos por escuchar al mismo Jesús, que reivindica su condición real ante una autoridad civil, la cual le puede hacer pagar caro su atrevimiento de proclamarse Rey.
 

Condenado ya como blasfemo por la Asamblea del pueblo judío, Jesús es llevado al tribunal de Roma, que no se va a meter en cuestiones religiosas sino en asuntos civiles. 

Y empieza Pilato por la pregunta clave: 
- ¿Tú eres el rey de los judíos?
Jesús sabe muy bien que esto no lo puede decir Pilato por cuenta suya, sino por otros que se los han ido a contar para prevenirlo en contra del acusado. Así que Jesús le pregunta a su vez:
- ¿Lo dices esto por ti mismo, o porque otros te lo han dicho de mí?
Pilato se molesta un poco, aunque le muestra a Jesús respeto y temor: 
- ¿Acaso yo soy judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?
Jesús le contesta, porque la pregunta es sincera, y, además, se la hace la autoridad:
- Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuese de este mundo, mis vasallos hubiesen luchado por mí, para no ser entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí abajo. 
Hay mucha dignidad en estas palabras de Jesús, de modo que Pilato, pagano y que nada sabe de la religión judía, sospecha algo misterioso. Por eso vuelve a la primera pregunta, haciéndosela más concreta:
- Entonces, ¿tú eres rey?
Jesús sigue el diálogo con Pilato en un plano de mucha seriedad y sinceridad:
- Sí; yo soy rey. Para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Quien es de la verdad, escucha mi palabra. 
Pilato no entiende. Pero se da cuenta de que tiene delante de sí a una persona muy especial. De ahí sus esfuerzos por salvarlo de las iras y del griterío que le viene de la calle, azuzada como está la gente por los jefes del pueblo. Su pecado, como le insinuará después el mismo Jesús, es estar haciendo caso a los enemigos personales de este reo en vez de atender los gritos de su conciencia. Jesús le deja como palabra última a Pilato esta confesión: 
- Yo soy rey. Aunque mi reino no es de este mundo. 
Y Pilato, que quede tranquilo... Jesús no causará ningún problema a los romanos, desde el momento que le asegura que su reino no es político sino espiritual, no de este mundo sino del otro...

Juan escribe su Evangelio para los cristianos, y más que narrar con taquigrafía el dialogo de Jesús con Pilato, quiere hacer ver que aquella calumnia lanzada contra Jesús --de que había sido condenado por revoltoso contra Roma--, carecía de todo fundamento.
 

La Iglesia de nuestros días ha reflexionado mucho sobre este hecho de la realeza de Jesucristo. Y ha mantenido y mantiene una fiesta que para muchos es inoportuna.

El mundo -que se aleja de Dios con un laicismo y una secularización tan peligrosos, ha de saber que por encima de los acontecimientos humanos y sobre los gustos de la sociedad hay un Rey que reivindica los derechos de Dios.
 

Ese mundo debe rendirse a Dios, y Jesucristo se proclama Rey para ser el primer testigo de la verdad.

A su Iglesia la constituye signo visible de esta autoridad que Él mantiene sobre el Reino de Dios en el mundo, y le encarga transformar las estructuras sociales de un modo conforme con el querer de Dios.
 
Jesucristo es Rey, y por eso hace de nosotros los cristianos un pueblo real, libre de toda esclavitud.
 

En particular nosotros los seglares --instruidos por el Concilio--, sabemos que participamos de la realeza de Jesucristo; somos reconocidos como encargados de promocionar a la persona humana; y se nos encarga meter el Evangelio en la sociedad como el fermento en la masa, llenando del espíritu de Jesucristo todas las realidades sociales, ya que estamos metidos dentro de todas las vicisitudes del pueblo.
 

Esta nuestra vocación dentro del Pueblo de Dios es un testimonio de la realeza de Cristo.
 

Porque, si Jesucristo no fuera Rey y no tuviera el dominio y la soberanía sobre todos los hombres y sobre todas las cosas, ¿con qué derecho y autoridad, o con qué título legítimo, nos presentaríamos nosotros ante los demás para hacerles cambiar de opinión, para mudar sus estructuras y modos de ser, para transformar el mundo conforme a nuestro parecer y nuestros gustos?... Aunque este parecer y estos gustos no son nuestros --afortunadamente--, sino del mismo Jesucristo y de su Iglesia.
 
¡Jesucristo es Rey!
 

Lo proclamamos nosotros a los cuatro vientos con humildad gozosa.
 
Lo proclamaron con valentía ante las balas muchos mártires modernos.
 

Y esta fe que profesan nuestros labios, la queremos proclamar, sobre todo, con la fidelidad diaria a nuestros deberes cristianos..